En la actualidad enseñar se hace
cada vez más complejo y aprender se ha convertido en una experiencia mucho más
desafiante para los alumnos. La educación básica y superior tiene sus propios
problemas y desafíos. De acuerdo a las exigencias del mundo y las realidades de
cada lugar. No es la misma educación superior en África que en Europa, no es la
misma realidad de América Latina que Asia. A pesar de las circunstancias y el
avance de la tecnología esto sigue creciendo y a veces se desborda. Muchos
países no tendrán recursos para invertir en una buena educación superior.
Para lograr los objetivos
educativos establecidos en los programas escolares, los profesores planifican,
organizan, gestionan e implementan en el aula del proceso Enseñanza - Aprendizaje. En el nivel superior para
lograr sus objetivos es la didáctica que nos ayuda a cumplir con los parámetros
y exigencias de una buena educación. Sin temores. Buscando siempre reformas y
cambios en sus modelos de enseñanza superior (Escudero Muñoz, 2006, Rué, 2007).
Hoy se inclina una educación basado en enfoque por competencias. Más desafiante
y con las metas rigurosas de la educación. No se puede reducir la Didáctica como sinónimo de
enseñar sino en profundizar el binomio docente y alumno caminando juntos según
las exigencias de sus realidades y necesidades de sus pueblos. Una toma de
conciencia para tomar decisiones y afrontar lo que el mundo te exige. A pesar
que encontramos diferentes tipos de didácticas, en función de sus contenidos
disciplinarios. Hoy somos testigos de los cambios en la educación, superando la
educación tradicional para dar paso al protagonismo del alumno y el docente un
mediador, intercesor del proceso enseñanza - aprendizaje. A través de la historia,
nace la didáctica como una rama de la pedagogía. Desde la antigüedad esta
disciplina constituye en el ámbito de organización de las reglas, de métodos
para hacer que la enseñanza sea eficaz. En la antigua Grecia, los espartanos
por ejemplo el Estado controlaba la educación y se educaba para la vida
militar. Y en la Edad Media se crearon las escuelas escolásticas. En el siglo
XIX surgió la Escuela Nueva o escuela Activa en Europa. Después han surgido
teorías en el campo de la psicología cognitiva que han evolucionado el ámbito
de la educación: la teoría de las
inteligencias múltiples de Howard Gardner
(1993,1998) y la teoría de la inteligencia Emocional de Daniel Goleman (1996).
Con todos estos aportes de las ciencias surgen nuevas formas de entender y
construir conocimientos científicos. Con nuevas metodologías dentro de un
contexto social. Nuevos roles de los docentes y en su contexto de trabajo. La
misma didáctica busca su propia autonomía y consolidación científica. Aparece
el Currículo para mejorar la amplitud y diversidad de temáticas abordadas en y
desde la Didáctica. No se debe entender a la Didáctica únicamente como un
variado conjunto de estrategias docentes amplias y coherentes con la finalidad
de que el profesor pueda aplicarlas en el contexto del aula. La enseñanza de la
Didáctica debe incluir un abordaje conceptual, que se puede variar según los
enfoques y las perspectivas de Enseñanza que se adopten. Una didáctica centrada
en una secuencia lógica y de un contenido vivo, que surge de la vida real
(Montessori, 1982). La Didáctica es una
ciencia teórico – práctica: trata el qué, cómo y cuándo enseñar. Tenemos
entonces que la Didáctica se ocupa de la enseñanza, más precisamente de los
procesos de Enseñanza-Aprendizaje. Ésta tiene dos características: que la
enseñanza es una práctica humana que compromete moralmente a quien lo realiza y
la Enseñanza es una práctica social, responde a esta situación social. Alves
(1962) considera que la Didáctica es la disciplina pedagógica de carácter
práctico y normativo, el conjunto sistemático de principios, normas, recursos y
procedimientos específicos que sirven para aprender los contenidos en estrecha
vinculación con los objetivos educativos propuestos. Jean Piaget enseña que la Didáctica
cuyo propósito sea sobrepasar la simple adquisición de conocimientos y mediar
procesos por los cuales el estudiante construya su propio conocimiento a través
de la experiencia social, del contacto físico emocional y de todas las
condiciones internas y externas
vinculadas a su desarrollo cognitivo. Por eso, también dice Daniel Brailovsky,
la Didáctica necesita correrse del lugar místico que se le otorga a veces, cuando
las propuestas teóricas y prácticas son interpretadas como verdades inamovibles,
que el maestro debe absorber para estar “actualizado”. Tiene que intervenir,
pues es su compromiso con la práctica educativa lo que le da sentido a su
desarrollo como disciplina. Para Medina (2001, p.159), la Enseñanza es la
actividad teórica-práctica que realiza el profesorado y desde la que contribuye
a ampliar el saber didáctico. El autor concibe al sistema metodológico del
profesorado como “la síntesis interactiva del conjunto de métodos que conocemos
y aplicamos en el proceso Enseñanza-Aprendizaje”.
Hay que tener en cuenta los
cambios en la educación superior contemporánea, para mejorar estos desafíos y
ayudar a crecer en el proceso educativo. Las aulas sobrepoblados, repletas de
estudiantes, que no permite un buen desempeño del docente, como llegar a todos
y atenderles, dar el tiempo para una atención personalizada, no se podría. El
apoyo que el docente puede dar a sus alumnos es muy limitado. También es la
diversidad del alumnado, sin contar sus condiciones sociales, culturales,
económicas, espirituales. Un problema serio es el problema y la salud de los
estudiantes. No permite avanzar al desarrollo de las competencias. Toda una
realidad muy difícil de abarcar a todos por igual. Se ven casos bien tristes y
lamentables. Nuestros alumnos con problemas de violencia familiar. Estar
pendiente de esos casos delicados y vulnerables. Otro detalle es el Currículo
universitario fragmentado, que también tiene que ser flexible, contextualizado
y diversificado. Saber explotar más el currículo y darle el tiempo que requiere. Que se de libertad para
ejecutarlo con los aportes de los docentes. Que no sea una camisa apretada. Es
la pieza clave para que funcione este proceso educativo. Además, las
condiciones laborales del profesorado, en un clima de paz, armonía y seguridad
emocional y económica. Articular su desempeño con el buen trato y atención al
docente, sin maltrato o indiferencia. Muchos docentes son muy capaces en sus
desempeños en el aula y se entregan de lleno a su labor de educadores. Pero no
reciben esa misma acogida por partes de las autoridades de una universidad o
instituto. Se debe desterrar todo tipo de maltrato o acoso laboral a los
docentes. Dar el lugar que les corresponde. En especial cuando están enfermos o
con una discapacidad. Respetar y querer a nuestros docentes, en un ambiente
familiar y coloquial. Tratar como quieren que te traten. Capacitarlos
permanente y fuera del país. La Iglesia debe tener esos mismos sentimientos
solidarios y fraternos entre los docentes. Respeto y la acogida siempre, en un
clima de paz y hermandad. Sigamos el modelo de Cristo, el Maestro de Maestros.
Debemos atender primero las
necesidades y prioridades de los
estudiantes, como por ejemplo un buen comedor universitario, velar por su salud
y bienestar social, sus becas, una formación encaminada en valores morales,
cristianos y humanos. Que se forme profesionales para servir y ser empáticos
con los demás o con su prójimo. Que sus contenidos sean reales, vean su
contexto social, cultural, económico y ambiental. Su formación integral, que
sepan afrontar y luchar por la justicia y la solidaridad como hermanos, una
toma de conciencia para hacer el bien, servir sin esperar nada a cambio.
Actualizar las estrategias metodológicas, con la participación de todos,
trabajos colaborativos, sensibles a la realidad que vivimos, autocrítica y
autoformación, una participación activa de los estudiantes en su proceso
formativo. Hacer asequible a los medios didácticos, a la Tics y a todos los
avances de la tecnología. Favorecerlos con becas y medios al alcance de sus bolsillos.
Por ejemplo una buena laptop. Que la formación sea permanente, flexible,
sumativa y diagnóstica. Con todos los recursos a su alcance, a la mano. No ir a
evaluar con una camisa de fuerza. No sería nada agradable. La Didáctica debe
ayudar y profundizar el proceso de enseñanza - aprendizaje, teniendo en cuenta
la realidad de los estudiantes. Con humildad y sencillez podemos lograr grandes
cosas y alcanzar la santidad.
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